Las emociones tienen tres funciones principales:
Función Adaptativa;
Nos ayudan a mantener la conducta que necesitamos en cada situación, según Charles Darwin (Darwin, 2006). Nos permiten dar una respuesta adecuada a los estímulos que recibimos.
Así, cada emoción nos permitiría responder al estímulo de forma diferente. Por ejemplo, la sorpresa nos permite explorar el entorno, o el asco rechazar algo que puede ser peligroso o que no nos gusta. (Toro V. , 2017)
Función Social;
Nos permite predecir el comportamiento de los demás y que los demás hagan lo mismo con lo nuestro. Así, las relaciones se hacen más sencillas. De esa forma podemos controlar nuestra conducta, ser más sociables o mejorar la interacción social.
Función Motivacional;
Entre motivación y emoción hay un estrecho vínculo. Sí, cuando nos motivamos, generamos ciertas emociones, sin embargo, también ocurre al contrario: cuando nos emocionamos con un estímulo puede aparecer la motivación por cierta meta u objetivo.
Función Adaptativa;
Nos ayudan a mantener la conducta que necesitamos en cada situación, según Charles Darwin (Darwin, 2006). Nos permiten dar una respuesta adecuada a los estímulos que recibimos.
Así, cada emoción nos permitiría responder al estímulo de forma diferente. Por ejemplo, la sorpresa nos permite explorar el entorno, o el asco rechazar algo que puede ser peligroso o que no nos gusta. (Toro V. , 2017)
Función Social;
Nos permite predecir el comportamiento de los demás y que los demás hagan lo mismo con lo nuestro. Así, las relaciones se hacen más sencillas. De esa forma podemos controlar nuestra conducta, ser más sociables o mejorar la interacción social.
Función Motivacional;
Entre motivación y emoción hay un estrecho vínculo. Sí, cuando nos motivamos, generamos ciertas emociones, sin embargo, también ocurre al contrario: cuando nos emocionamos con un estímulo puede aparecer la motivación por cierta meta u objetivo.

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